Richard M. Stallman en el Paraninfo de la UCLM (marzo 2011).
Richard M. Stallman, el excéntrico fundador del software libre y GNU, visitó Ciudad Real el miércoles para dar una conferencia multitudinaria en la que defendió sus tesis acerca del software y la libertad. De una forma amena y sencilla explicó a las más de mil personas que abarrotaban en Paraninfo de la UCLM en qué consiste eso del software libre y cómo las empresas de software privativo coartan nuestra libertad individual. En cualquier rincón de la Red se puede encontrar algún vídeo con sus conferencias, por ejemplo, esta que impartió en la Universidad Politécnica de Madrid hace tres años.
¿Y qué es eso del software libre? A grandes rasgos, y utilizando una célebre cita de George Bernard Shaw, se puede resumir en que «si tú tienes una manzana y yo tengo una manzana y las intercambiamos, entonces ambos aún tendremos una manzana. Pero si tú tienes una idea y yo tengo otra idea y las intercambiamos, entonces ambos tendremos dos ideas.» En ese ámbito de cooperación se mueve el software libre dado que permite realizar copias de los programas y distribuirlas, así como fomenta la libre modificación del código fuente de los programas y su posterior redistribución.
Sin embargo, las empresas que apuestan por el software privativo (Apple, Microsoft, Oracle,…) creen que si tienen una idea, en vez de intercambiarla, es preferible venderla; más aún, venderla a cada una de las personas que la quieran impidiendo la libre distribución de sus programas. Y bajo ese paraguas establecen su modelo de negocio. ¿El mayor inconveniente? Sus malas artes a la hora de convertirse en imprescindibles en la sociedad atacando aquellos puntos más vulnerables como son, por ejemplo, las escuelas y los países empobrecidos. En estos casos, ofrecen de forma gratuita su software para crear dependencias intelectuales en los niños o las personas empobrecidas.
¿Y por qué el software privativo coarta tu libertad individual? Porque llega un momento en el que las grandes empresas llegan a ser las propietarias de tu propio ordenador gracias que su software privativo (malware para Stallman), en algunas ocasiones, tiene objetivos fraudulentos. Por ejemplo, puertas traseras en Windows que permiten a Microsoft acceder a tu propia información o cláusulas que restringen incluso el uso de ciertos programas recortando tu libertad de expresión. Y muchos más asuntos que se escapan al ámbito de este post, como la sucia táctica de Amazon de retirar el libro 1984 de su tienda electrónica; sí, ese que habla del Gran Hermano y de un Estado omnipotente que dirige la vida de las personas, ¿no hablábamos de recortes en libertad?
¿Hasta dónde llega nuestro sentimiento de esclavitud si las cadenas que nos atan son invisibles?