Domingos por la tarde o invertir en supervivencia


Perspectiva de Villaescusa de Haro desde la quesería Villa d’Haro.

Encadenada en un mundo hostil
de obediencia o castigo,
obligada a tocar el violín
y ser todo lo que él siempre quiso.

[Balada del hombre desesperado y la novia en el río, Lovely Luna]

Cada vez son más los borradores que se quedan olvidados, durmiendo en el limbo del unpublished, aplastados por la contundencia del bahpáqué si a nadie le interesan tus desvelos. Nadie debe ser un número bastante aproximado de la gente a la que le preocupan tus tonterías, lo sé por empatía inversa. Porque a ratos duele manifestarse, abrir las manos y ofrecerlas con humildad: esto es lo que tengo, lo que ofrezco, mi provisionalidad, mi ruina y mi miedo. Nos aplican a todos los pueblos las restricciones de nivel 2 para que se nos quiten las ganas de salir a tomar una cerveza en esta semana triste y lluviosa. Y de repente, sí, se me han quitado las ganas de la cerveza y de discutir con los que no son padres, y son mis amigos y son gente muy mucho más mejor que yo, pero la imposibilidad de solapar las perspectivas frustra el resultado de cualquier debate. Disculpen el pesimismo, es domingo por la tarde, llevo casi dos años sin volar, un año y medio sin ver el mar, no sé cuánto sin ir al cine y muchos meses sin disfrutar de un concierto.

Me ha hecho ilusión que Alberto Olmos haya ganado esta semana la primera edición del Premio de Periodismo David Gistau, diez mil euretes por un demoledor artículo sobre la pobreza publicado en mayo. Aquí ya se habló de Alberto Olmos en 2011 por su novela Ejército Enemigo y, desde entonces, lo seguimos, primero en su blog Hikikomori y ahora en su irreverente Mala Fama de El Confidencial. Supongo que le haría gracia saber que sale a relucir en cursillos pre-matrimoniales por un artículo en el que decía «No tengo ninguna necesidad de explicar lo feliz que me hace mi hija. No voy a convencerte de que tengas hijos porque luego no podré convencerte de lo más importante: que los quieras y los cuides. No tengáis hijos por obligación o debilidad, nadie os lo está pidiendo». Esta semana ha publicado un artículo bestial sobre Irene Montero que nace de una mezcla de frustración e inquina traicionada, quizá de las mejores lecturas breves de la semana para tonificar el rencor machista; si la ministra lo lee quizá opte por recoger los bártulos y anunciar su repliegue: lo siento, os he fallado, abandono la política pero me quedo con mi chalet a las afueras, mi familia numerosa, mi esposo fiel, mis reportajes de moda, mi netflix, mis ayudantes en casa, mis aspiraciones de educación de élite para mis hijos, mis cumpleaños con tartas caseras y mis escoltas «multidisciplinares». Y concluir con alguna moraleja tipo a) siempre soñé con ser una chica bien o b) lo malo es cuando los privilegios los disfrutan otros o c) sois unos machistas impenitentes. Huelga decir que su lifestyle no sería en absoluto reprochable si no fuese porque se gana el pan luchando contra gente como ella, que se lo digan a su compi Teresa.

Me ha hecho ilusión descubrir la apertura de la Oficina de Gestión de Ideas del CA2M de Móstoles. Aplican la consigna del máximo esfuerzo para obtener el mínimo resultado para dar solución a puñados de incógnitas populares. La política y la cotidianeidad, dos de los pilares sobre los que ahora se sustenta esta existencia, están tan en las antípodas del arte que estas historias me pellizcan la percepción de la realidad como si estuviese descubriendo un mundo nuevo al estilo del protagonista de Solenoide.

No me ha hecho ilusión adquirir conciencia del sombrío panorama del mundo rural: atraer población es complicado y retener ya es tarde porque hubo tantos que se marcharon sin previsión de billete de vuelta. Los presupuestos, tanto generales como regionales, ignoran un drama de compleja solución; como anticipó Jesús Patiño hace unos días, «el primero en marcharse de los pueblos fue el Estado, no la gente», tesis también defendida por Sergio del Molino en su célebre ensayo La España Vacía. Remarco la columna de Manuel Astur en El Cultural de esta semana: «uno no entra en un monasterio para comenzar a creer en Dios. Antes de cambiar de vida material, hay que cambiar de vida mental. De lo contrario, me temo, los pueblos se llenarán de ciudadanos que no entenderán nada».

No me ha hecho ilusión leer en el BOE el flamante procedimiento de actuación contra la desinformación. Un procedimiento que no explora la vía legislativa sino la supervisión por parte de órganos dependientes del ejecutivo y que anticipa incluso el control de los medios de comunicación. Y sufrimos, de forma inconsciente, la ambivalencia de querer creer que la desinformación hace daño pero que estos gestos suponen los preliminares de controles temerarios: os mostraremos las fuentes de las que brota la verdad única. Dejadnos en paz, malditos, casi siempre preferimos nuestra verdad, nuestra mentira y nuestra duda. Dejadnos en paz y no nos aboquéis a abismos de libertad, de pluralidad y de concordia fingida.

Enhorabuena a Biden por ir corriendo al atril con casi ochenta años, enhorabuena a Roglic por endulzar con esta Vuelta el agrio final del Tour, enhorabuena a Olmos por los diez mil euros, enhorabuena al dúo cómico Sánchez et Iglesias por hundir los cimientos y valores de un país sin el más mínimo encontronazo social, enhorabuena a Xoel por su nuevo Si mi rayo te alcanzara, y enhorabuena a mí por haber echado a perder otro domingo por la tarde y haberlo sobrevivido.

La resaca de la moción de censura


Análisis gráfico de una moción de censura.

Eres tú quien va a cambiar el mundo,
quien destrozará
las teorías de la humanidad.

[Luciérnagas y mariposas, Lori Meyers]

De inicio la jugada era tramposa: Santiago Abascal no había concebido la moción de censura para ofrecerse como legítimo presidente del Gobierno, sino de forma exclusiva como encerrona política a Pablo Casado. Y, precisamente por su maquiavélica concepción, no cabe la interpretación simplista de que el Partido Popular, con su «No» a Vox, ha apoyado al nefasto Gobierno actual. Desde esa óptica, el rechazo de Vox a la coalición España Suma también debería tildarse de apoyo sanchista.

Antes del combate, los analistas y politólogos lo tenían claro: Pablo Casado iba a fracasar. Si se enfrentaba a Abascal, porque perdería un espacio electoral que hasta la llegada de Vox le era fiel por falta de alternativa. Y, si apoyaba la moción de censura, porque coronaba al ex-militante popular como jefe de la oposición, y en ese barro de jugar a ser Vox siempre iba a ganar el original. En el filo del precipicio, Casado optó por la instintiva sensatez: marcar distancias a nivel ideológico y práctico con los postulados que había defendido, con bastante torpeza y mezclando churras con merinas por cierto, Abascal.

De hecho, paradójicamente, Casado debe ahora agradecer al líder de Vox que le haya brindado la oportunidad de exponer, en un escaparate hostil, su proyecto político y demostrar su incuestionable capacidad parlamentaria. Su genuino discurso perfiló su liderazgo y mostró con convencimiento el amplio espectro político que ocupa el Partido Popular, diferenciándose del resto de partidos de su entorno en una concepción lineal de la política que ya ha quedado obsoleta.

Más allá de los puntos de conexión ideológica, y de que la gran mayoría de los votantes de Vox no se enmarcan en la extrema derecha sino en una derecha tradicional que sintieron huérfana en un tiempo pasado, Pablo Casado supo visibilizar las diferencias y marcar distancia con un partido concebido como de extrema derecha. Porque el Partido Popular debe desmarcarse del discurso eurófobo, xenófobo, excluyente, nacionalista y populista de Santiago Abascal.

Así, el líder popular perfiló con precisión los márgenes que separan al Partido Popular de Vox más allá de los puntos de confluencia: la defensa de la Unión Europea como convencimiento de que unidos en un mundo globalizado somos más fuertes, el deseo de una España unida y plural en contra de la monolítica concepción nacional de Vox y la defensa del Estado de Derecho enmarcado en una Constitución a la que Abascal hiere en su discurso. En una provincia como la nuestra, tan dependiente a día de hoy del apoyo económico europeo a la agricultura y la ganadería, se antoja contradictorio el discurso euroescéptico.

De este modo, desde el pasado 22 de octubre se ha iniciado la compleja y larga travesía del ensanche de la centroderecha nacional a la luz de Pablo Casado, consciente tanto de su arriesgada apuesta como de la necesidad de tiempo para favorecer la decantación del ensanche, entendido más como atracción magnética que como aspiradora forzada. No resulta, como es evidente, baladí el asunto por muchas cuestiones entre las que se podrían destacar dos.

La primera, la dificultad de generar expectativa e ilusión en un votante frustrado al que Vox atrae vía populismo utópico. Deberá Casado arremangarse para convencer y subrayar más lo que diferencia que lo que une para que el votante pueda discernir su legítima opción. Ya le sucedió, en el espectro opuesto, a Podemos, que arrancó la ilusión de la izquierda pero que ha pasado, en tres años y tres elecciones generales, de 71 a 35 diputados. Y también le ha ocurrido, una vez apagada la percepción de ilusión, a la extrema derecha en Europa: Amanecer Dorado en Grecia ha desaparecido del Consejo de los Helenos y el Partido Liberal de Austria ha pasado del 26% al 16% de apoyo electoral.

La segunda, el frente de batalla que se abre en las redes sociales, donde las noticias falsas se expanden exponencialmente más rápido que las veraces y se fomenta inmisericorde la polarización de los discursos. Sin ir más lejos, Macarena Olona se jacta ahora de la pérdida de seguidores en Twitter de algunos parlamentarios populares tras la moción, como si su objetivo fuese ese, la política como trending topic. Sin embargo, y sin duda, no se debe minusvalorar la capacidad de las redes sociales para transmitir un sentir y generar una tendencia que arrastre ilusiones y voluntades. En el barro del populismo cobra, si cabe, más sentido utilizar el argumento sólido como arma de futuro.

Y, mientras tanto, tiempo al tiempo.

Sebastián, Alfonso y otros Dominicos Desempolvados


Foto de dron del convento dominico antes de abrir sus entrañas.

Es tu vida en directo
y es mejor que nadie te la cuente,
porque desgraciadamente habrá capítulos insulsos,
habrá lagos de memoria para hacerte darte cuenta
de lo que realmente importa,
si es que algo importa.

[Tu vida en directo, León Benavente]

No soy tan viejo como para recordar ese solar de otra manera. Vallado desde hace bastantes años, lleno de maleza, inhóspito por sus desniveles y barrancos. Su estampa de parcela abandonada bajo las ruinas de los frailes está grabada en el imaginario colectivo local. Desde luego que no conformaba una imagen bella pero tampoco molestaba, bien cercada y casi en un extremo del pueblo. Se distinguía el muro perimetral del claustro, una higuera crecía por el muro exterior de la zona sureste, dos colosales piedras de molino sobresalían entre los cardos, abandonadas ahí hace casi cuarenta años por encontrarse en el recinto de construcción de la piscina municipal, varios cipreses adultos disimulaban las vistas en el lateral más transitado. Podrían haber pasado decenas de años sin más alteración en el paisaje del solar que la originada por la mutación vegetal entre estaciones.

La Oportunidad o el Tren que no se Deja Escapar

Hay que remontarse al 11 de junio de 2018, coincidiendo con el séptimo aniversario de mi primera toma de posesión como alcalde de la villa. Habían pasado muy pocos días desde que Pedro Sánchez provocase la caída de Mariano Rajoy como Presidente del Gobierno. Aquella mañana de junio fui a Madrid a una reunión concertada en el Ministerio de Fomento gracias a la mediación de Benjamín Prieto, entonces Presidente de la Diputación de Cuenca; los altos cargos ya se encontraban «en funciones» por el triunfo de la moción de censura. El imponente edificio ministerial abruma y eso de estar en el Paseo de la Castellana, para los que somos de pueblo, pues también, la verdad. Y el control de acceso, claro. La mala memoria ha olvidado el nombre y cargo de las dos personas que nos recibieron y a las que, en su anonimato, les estaré siempre agradecido. Nos explicaron con paciencia y clarividencia los motivos por los que nuestro proyecto para finalizar la iglesia de los frailes (iluminación, aseos, oficina, recepción, auditorio, etc) había sido descartado en la última convocatoria del 1,5% Cultural. Y ahí habría acabado la insulsa historia si no fuese porque nos dieron las claves para presentar proyectos exitosos y conseguir buena valoración a ojos de los evaluadores técnicos del Ministerio de Cultura.

Ese mismo día fui consciente de que debía centrar los esfuerzos en el enorme solar, abandonado y olvidado. Llamé al arquitecto y le propuse elaborar un proyecto de excavación arqueológica del desaparecido convento para concurrir a la convocatoria del 1,5% Cultural. El 28 de junio de 2018, el Ayuntamiento de Villaescusa de Haro presentó solicitud para la financiación de las obras de “Rehabilitación del Convento de los Dominicos (Fase IV): excavación arqueológica y consolidación preventiva para la recuperación del claustro del Convento”. Pasaron los meses. El 13 de marzo de 2019 se filtró en prensa el anuncio de la resolución favorable; recuerdo que era miércoles porque estábamos en la cena semanal del Club Gastronómico El Capellán cuando miré el móvil y me saltó el aviso. Solo cuatro proyectos de Castilla-La Mancha habían resultado beneficiarios, y el nuestro como único de la provincia; con el tiempo supe que, además, fue uno de los que mayor puntuación global obtuvo. Al placer del forro asado se le sumaba el gozo de la subvención que ratificaba la satisfacción por el trabajo bien hecho. Quedaban poco más de dos meses para las elecciones municipales y confieso, aquí y ahora, que la posibilidad de ser partícipe de esta excavación arqueológica fue uno de los motivos que decantaron la balanza para optar a la reelección.

La Incertidumbre entre Incógnitas y Burocracia

En las siguientes semanas, la empresa matrimonial ARQOH Arquitectos elaboró el proyecto de excavación con todas las incertidumbres evidentes, ¿cómo saber qué partidas de restauración y consolidación presupuestar si no teníamos ni la más remota idea de si bajo los escombros quedarían indicios del vetusto convento? Por las catas de las fases previas de trabajo se sabía que perduraba el enmorrillado -pavimento de guijarros, en este caso conformando un sobrio mosaico- del claustro aledaño a la iglesia, y casi nos aferrábamos a esa evidencia como única prueba de supervivencia. La historia cuenta que el convento fue quemado y expoliado, así que las expectativas se ajustaban al escepticismo manchego. Tampoco eran demasiado optimistas los funcionarios del Ministerio.

Pasaron los meses con tiras y aflojas administrativos y presupuestarios hasta que recibimos la resolución de aprobación definitiva por parte del Ministerio a finales de año. Nos comimos las uvas tranquilos y presuponiendo que 2020 sería un buen año. Sospecho improcedente alegar, a estas alturas, en contra de nuestro futuro profético. Así, la paralización administrativa provocada por la pandemia retraso la licitación de la obra hasta finales del mes de julio. A principios de agosto se celebró la mesa de contratación para asignar la empresa adjudicataria (Cobe S.L.U.) y el primer día de septiembre arrancaron las obras.

La Sorpresa o los Olvidados de la Historia

Durante estas escasas semanas los avances han sido impactantes, sobre todo para los que, por edad, no tenemos recuerdo de otro paisaje en la zona. De forma paulatina, a medida que avanza el trabajo de las máquinas excavadoras y operarios, la planta del convento ha ido mostrándose con sus estancias, refectorio, patios interiores con pozo y aljibe, sacristía, bóvedas, muros exteriores, etc. Sin duda, los estudios arqueológicos darán más luz cuando el reposo de la excavación lo permita pero, por fortuna, lo visible anticipa ya muchas pistas para la conjetura histórica.

El pensamiento más recurrente, inevitable, es el de comprobar que todo estaba ahí desde hacía tanto tiempo, congelado, aguantando toneladas de escombro que enterraron y, al tiempo, protegieron los restos del convento. Hemos vivido ajenos a una realidad disimulada al acercarnos a comprar el pan o entrar en el colegio, casi enfrente: aunque no se percibiese, todo estaba ahí, mudo. Salvando las distancias, cuando visité Machu Picchu en 2016 me sorprendió que hubiese permanecido desaparecido durante tantos siglos hasta su descubrimiento por parte del explorador estadounidense Hiram Bingham en 1911, ¿cómo podía permanecer una ciudad oculta al afán dominador humano, siquiera en mitad de la selva? Quizá sea más sencillo de entender al comprobar cómo aquí hemos ignorado durante tantas décadas un solar dentro de un pueblo y a sabiendas de que correspondía al convento cuya anexa iglesia sobrevivía en estado ruinoso.

La Historia como Losa de Verdad

Hay que remontarse casi cinco siglos, a 1535, para conocer la génesis del convento. En aquel año pasaron a predicar por Villaescusa de Haro dos frailes dominicos, Fray Pablo de la Cruz y Fray Gaspar Portugués, que, con el beneplácito del pueblo, decidieron quedarse y aspirar a fundar un convento. Debía bullir la villa de vida en ese siglo. El entonces Obispo de Cuenca, el ilustre villaescusero D. Diego Ramírez, otorgó licencia para su fundación el 26 de junio de 1535 y, al año siguiente, el rey Carlos I la ratificó con fecha de 5 de mayo de 1536: «liçençia a los frayles de los predicadores para hedificar un monesterio en Villaescusa de Haro». Dado que Villaescusa de Haro se encontraba en territorio de la Orden de Santiago, era preceptiva la aprobación del rey para autorizar la construcción de un convento de otra Orden.

Quiso la fortuna que el Obispo D. Sebastián Ramírez de Fuenleal regresase de su periplo por América en aquella época y aportase los medios económicos y el solar para la construcción del convento en su villa natal. El maestro de cantería al mando de la obra fue Francisco de Luna, implicado en numerosas obras conquenses en la primera mitad del s. XVI. Las fuentes históricas narran que el convento se construyó casi íntegramente entre 1542 y 1547, año de fallecimiento del fundador D. Sebastián, cuyos restos deben descansar bajo el presbiterio de la iglesia del convento. Así, en la esplendorosa portada de la iglesia, joya del plateresco castellano, destacan los escudos de los Ramírez de Fuenleal y de la orden dominica.

Tras el fallecimiento de D. Sebastián, su sobrino D. Diego Ramírez Sedeño, Obispo de Pamplona y también nacido villaescusero, contribuyó económicamente para la conclusión de las obras. La iglesia del convento tardó muchos años en concluirse; consta que en 1635 aún no estaba acabada la capilla mayor. Se calificaba entonces al convento como uno de los más grandes y de mejor construcción de la Orden Dominica en España.

La decadencia del convento se fraguó en el s. XIX. Durante la Guerra de la Independencia sirvió de cuartel a las tropas francesas del general Fontayne. Fue abandonado a finales de 1835 como consecuencia de los sucesos políticos (exclaustración) y matanzas de frailes en el país. Al año siguiente sufrió la desamortización de Mendizábal y, posteriormente, fue incendiado, expoliado y abandonado por el Estado, que vendió tanto el solar como los materiales, podría ser que a Eugenia de Montijo en 1858 para la rehabilitación del castillo de Belmonte. En 1868 solo quedaban en pie los muros de la iglesia, es decir, una estampa similar a la del año 2011, en el que se inició la primera intervención de restauración tras la adquisición del inmueble por parte del Ayuntamiento de Villaescusa de Haro a principios del s. XXI siendo alcalde Balbino Millán.

La Esperanza como Satisfacción y Futuro

Con humilde realismo podemos afirmar que esta excavación no supone un hito histórico nacional; sobreviven en perfecto estado montones de monasterios de hace cinco siglos en su propia singularidad, algunos tan apabullantes como el cercano monasterio de Uclés. No estremecerá la perspectiva de los arranques de muros de piedra y tapiales de los dominicos como, por ejemplo, una visita al mosaico figurativo romano de Noheda. Logrará conmover, si acaso, al vecino villaescusero al que han agitado con fruición su realidad visual y que siente como propias las ruinas del entorno.

En el entretanto, seguiremos fascinados los avances de una excavación arqueológica que sorprende, día a día, con hallazgos inesperados. Los primeros días aparecieron más zonas de enmorrillado alrededor del claustro, como las ya identificadas, y se constató que el paseo del claustro no era cuadrado sino en forma de U, con el lateral sur cerrado. La segunda semana ya salió a la luz el refectorio, con un singular banco corrido de yeso alrededor de toda la estancia. El 21 de septiembre se descubrió una losa de piedra labrada con el escudo de los Ramírez de Fuenleal en el propio refectorio; se especuló con que podría ser la mitad de la lápida sepulcral del obispo fundador, si bien pronto se descartó la hipótesis. Y al día siguiente, un silo de más de cinco metros de profundidad que sorprendentemente se encontraba vacío, sin escombro, sin humedad, como esperando grano. El día 23 ya se distinguía claramente un patio cuadrado interior de solado enguijarrado con pozo, aljibe y sistema de desagüe. El viernes 25 de septiembre nos tropezamos con la mitad inferior de la lápida que había aparecido cuatro días antes, un hallazgo que permitirá leer la inscripción perimetral completa y que podría ser del enterramiento de un Alfonsus en 1646, quizá Alfonso Ramírez de Fuenleal; según el Compendio Histórico reseñado como «uno de aquellos varones ilustres de gran entendimiento que hubiera dado mucha gloria a la villa de no haber fallecido a la temprana edad de 18 años». El 2 de octubre se mostró un colosal capitel por identificar, seguramente sostén de un arco del claustro, que da idea de la magnificencia del convento. Y los muros y escalones van definiendo los límites y divisiones del edificio con nitidez a medida que pasan los días.

Se abren ahora las entrañas del viejo convento y adquiere sentido el paso de la historia por este rincón manchego que fermentó obispos y ahora sufre el deshielo rural. Podemos sentirnos afortunados por vivir una época de notable sensibilidad hacia el cuidado de nuestro patrimonio histórico-artístico, lo que habilita la seducción por desenterrar la planta de un convento que convivía, olvidada e invisible, entre nosotros y, con ello, despertar al s. XXI el modo de vivir y de pensar de un puñado de frailes del s. XVI, como un archivo histórico no de papel sino de piedra y yeso.

P.S. Galería fotográfica de la evolución de las obras, primero de la iglesia desde 2011 hasta 2018 y después de la excavación arqueológica iniciada en septiembre de 2020:

convento dominicos

El Abecedario & El Bocadillo


A la escuela con una mochila de ilusión.

Eso que tú me das
es mucho más de lo que pido.
Todo lo que me das
es lo que ahora necesito.

[Eso que tú me das, Jarabe de Palo]

Después de casi tres años de mimos y zarpazos, de salvajismo entre algodones, si nada cambia, dentro de diez días tendrá su primer día de cole. A él le preocupa que le echemos dos bocaillos en la mochila, y a nosotros, todo lo demás.

Durante estos días no se habla de otra cosa y los padres manifiestan su temor al tiempo que los profes y equipos directivos confiesan su incertidumbre y, también, miedo. Iluso el que se atreva a simplificar un contexto tan difícil, pero cuánto tiempo perdido y qué dejadez de funciones de algunos responsables políticos del ramo. Da la casualidad de que tanto a nivel regional como nacional gobierna el socialismo con equipos más preparados para la propaganda y manipulación mediática que para la gestión y la búsqueda de soluciones a problemas reales.

No me gustaría haber estado en el pellejo de los directores de centros educativos durante este verano sin disponer de instrucciones claras, de ratios, de variaciones de personal, de protocolos en diferentes escenarios, de posibilidades de nuevos espacios, abandonados a una improvisación que comenzará en septiembre. Contra este enemigo cruzar los dedos no suele ser una buena solución.

Y preocupa también el ambiente infantil, cómo se marginará y culpabilizará a alumnos y padres cuando se identifiquen rebrotes y se señale, inquisidor, su origen. Y el miedo personal de muchos profesores de edad avanzada, o de salud frágil, o convivientes con familiares mayores. Y las idas y venidas de cierres y aperturas ante cada rebrote que desorientará más si cabe a los alumnos.

The New York Times publicó el otro día una sonrojante columna de muy recomendable lectura titulada «El país donde las discotecas son más importantes que las escuelas». Dan ganas de llorar; menos por los dos bocadillos, por todo lo demás.

Fragmentos de un No Saluda

[fragmentos de las palabras del pasado 15 de agosto]

La suspensión de las fiestas patronales ha conllevado la anulación de procesiones, del acto del pregón de fiestas y coronación de la corte de honor, de los fuegos artificiales que simbolizan el inicio de las fiestas, de comidas y aperitivos populares, de actos deportivos, culturales y solidarios, y de muchos otros eventos que todos los meses de agosto dan vida a nuestro pueblo.

Hemos vivido una etapa de aislamiento y distanciamiento que ha desembocado en estos días de denso vacío, de extraña incertidumbre y sentimientos en tensión. Como si ayer no fuese catorce de agosto ni hoy quince, una realidad que cada persona siente y vive de forma única en su propia singularidad.

Porque, a pesar de todo, sentimos la necesidad de creer, de creer en nuestra fiesta, en nuestra convivencia, en nuestro futuro. Anoche un grupo de gente joven lo significó a la perfección prendiendo una batería improvisada de fuegos artificiales seguida de vítores a la Virgen y al pueblo que los une todos los veranos. Quisieron simbolizar el inicio de las fiestas antes de lanzarse a celebrar con ímpetu y entre amigos lo que merecen. No se puede leer como un gesto romántico vacuo sino como una íntima necesidad colectiva.

Que ahora al terminar la misa no haya invitación popular al vino de honor no significa que no debamos salir a tomarlo con familia y amigos, más bien al contrario, debemos compartir -con prudencia- la alegría de la celebración.

Por último, se recuerda que conservar la calma en mitad de una epidemia es un acto de civismo; el verdadero coraje significa pensar en los demás, sabiendo que todos compartimos la misma fragilidad y necesitamos al prójimo. Seamos conscientes de las consecuencias de nuestras decisiones y nuestros actos, nuestra libertad requiere nuestra responsabilidad individual.

Oropéndola DJ en La Pesquera Tonight


Oropéndola vista en este rincón.

Si me das a elegir
entre tú y mis ideas,
que yo sin ellas
soy un hombre perdido, ay amor,
me quedo contigo.

[Me quedo contigo, Los Chunguitos]

Ver una oropéndola en la pesquera llama tanto la atención como ver un payaso en un funeral. Espléndidas oropéndolas de color amarillo chillón revolviéndose entre chopos viejos de ramas secas en un entorno áspero y ocre bajo el sol impío del verano manchego. Vuelan por la pesquera ajenas a la realidad e ignorando que este atípico verano es de duelo y de miedo y que tendrían que cobijar su pecho brillante bajo sus discretas alas negras y cambiar su canto de merengue a gregoriano. Y, sin embargo, han nacido para brillar y destacar entre nuestra mediocridad, y gracias que la evolución les ha enseñado a mostrarse esquivas a la vista de los depredadores. La vida misma.

Tal y como está el patio del circo lo raro es que no se le haya ocurrido a algún iluminado independentista reclamar el fastuoso amarillo de la oropéndola como patrimonio de sus ansias políticas. Si nos dan a elegir entre una oropéndola y Puigdemont la disyuntiva se decanta en un instante: la belleza innata versus la psicopatía fanática. No exagero: hace miles de meses, en marzo, ya hubo pataleta entre simpatizantes de ERC porque el Gobierno de España había rotulado el lema contra el coronavirus («Este virus lo paramos unidos») en amarillo y negro, colores oropéndola, y para más inquina con la palabra «virus» en amarillo. Tuvo que salir un señor serio y enjuto a justificar el uso de los colores recurriendo a la convención internacional y alegando que una bandera amarilla y negra en una embarcación ha significado históricamente «barco en cuarentena». Si pensáis que Cataluña es algo así como un barco en cuarentena es cosa vuestra.

Este virus lo paramos unidos. Hemos apuntalado el aspecto cromático del lema pero me daría pavor afrontar el enfoque semántico. Qué paradigmática esa reivindicación de «pararlo unidos» como si se tratase de una batalla de braveheart en la que tuviésemos que combatir hombro con hombro; no respetamos la distancia de seguridad interpersonal ni en las consignas. Tuvieron ese mínimo pudor de no definirlo como «Unidas Podemos parar el virus». Más desafortunado, si cabe, fue el eslogan gubernamental de finales de mayo: «Salimos más fuertes». Pensé que era una broma; aunque en las escuelas de publicidad enseñen a usar la herramienta del shock para campañas exitosas, en este caso atacaban a puñal nuestra inteligencia más básica: ni hemos salido, ni somos más después de tantos fallecimientos, y mucho menos más fuertes vista la coyuntura política, económica y social que nos toca afrontar.

Cuesta adivinar qué historia estamos pintando. Parece evidente que no la de los hechos sino la del relato guiado, la versión edulcorada y moralista de una realidad despiadada, aunque parece difícil intuir cómo se evaluarán estos tiempos con el transcurrir de las décadas. Quisiera ser pesimista pero esta noche habrá concierto de Oropéndola DJ al fresco y ofreceremos toda nuestra energía para que los djs sigan mostrándose como un oasis de vitalidad en este desierto de desidia.

El Miedo


Las farolas que nos alumbran corren peligro.

Mi soledad se siente acompañada,
por eso a veces sé que necesito
tu mano.

[Yolanda, Pablo Milanés]

Nos aturden toneladas de noticias que, por aplastante exceso, terminan por desnortar la esencia de su sentido. Queremos repasar toda la actualidad mirando la web de un digital y, al terminar y llegar a los créditos del pie, ni nos acordamos de las tres noticias más relevantes del día. Peor todavía en redes sociales como twitter donde los fogonazos son tan impactantes que ya nada impacta y, a la postre, ni nos preocupamos en sospechar la tendencia de la mayor (por algún trastorno no identificado guardo con mimo likes y retuits para revisarlos de forma periódica, dicen mucho de cada uno de nosotros). Y así, el tiempo va creando una masa informe y gris de información inútil y olvidadiza.

No obstante, a poco que uno levante el pie del acelerador, se perciben derroteros nítidos, y deprimentes. Resulta ya inevitable admitir que hemos asistido -impertérritos- a la liquidación de la moderación política y social. Queda fuera de juego todo aquel que prefiera argumentar a lanzar consignas, todo aquel que renuncie a manipular de forma interesada las emociones de los ciudadanos, todo aquel que tenga dudas en sus convicciones, todo aquel que cuestione la disciplina cada vez más encorsetada de los partidos, todo aquel que mezcle opiniones de distintos sectores para conformar su criterio propio, todo aquel, en definitiva, que no sea amigo del populismo y la demagogia.

El perfil del político que se abre paso se caracteriza generalmente por hacer declaraciones broncas que puedan sonsacar la aprobación de los suyos en un corte de vídeo o audio de menos de un minuto; a ser posible con carga emocional y exprimiendo comparaciones poco fundadas pero de impacto mediático. Así, de esta forma, se alimenta una polarización cada día más nítida que hace las delicias de aquellos políticos que convierten odios comunes en simpatías personales. Pablo Iglesias o Santiago Abascal son maestros en esta no muy digna materia, y lo peor es que ambos son muy inteligentes, aunque su inteligencia esté al servicio de intereses menos éticos. A Pablo Casado, al contrario, le cuesta jugar al trending topic porque sus discursos son habitualmente elaborados y serios, con contenido y fondo; y a ver quién se detiene a analizar declaraciones completas pudiendo valorar treinta segundos. La exposición mediática es tan abrumadora que todos los argumentarios quedan sepultados bajo la losa de una frase ingeniosa. Detrás de la inmediatez y el mensaje de azucarillo, a ser posible radical, solo queda el oasis de horror.

Que el odio y el enfrentamiento visceral cada vez tengan más prestigio da miedo, y el miedo es el ingrediente mágico del cóctel del desastre. Manifestaciones multitudinarias alentadas por mensajes de odio, derribo de estatuas y anulación de homenajes del pasado que cuestionamos con una superioridad moral inaudita y terrible, banalización de las vidas perdidas y sepultadas bajo manifiestos intereses políticos, infantilización de las instituciones mediante leyes improvisadas y publicidad institucional sesgada de forma vergonzante, manipulación de medios de comunicación tanto públicos como privados ya sin ningún tipo de pudor, gobernantes mentirosos compulsivos como Pedro Sánchez o hipócritas interesados como García-Page, aficiones encantadas de enarbolar su bandera sin ambages y en consecuencia sin ningún interés en depurar una opinión propia. El periodista David Jiménez ha tratado este tema con buen ojo en el artículo de opinión Cómo derrotar al odio publicado esta semana en The New York Times.

Cuando gente como Borja Sémper o Eduardo Madina argumentan su decisión de abandonar la política se les entiende sin necesidad de abrir la boca. No valoramos que sean mejores o peores políticos, solo su sentimiento de desorientación y rendición. Lo difícil, sin embargo, es aguantar y torcer siquiera un grado el ángulo de la tendencia al abismo. Aunque estemos en la línea del fuera de juego y sean muchas toneladas de tren imparable.

Sin Rechistar III


Ayuso, emocionada, en el funeral por las víctimas del 26 de abril.

Cuando al fin se termine,
y sé que terminará,
tal vez podamos mirarnos
sin llegarnos a odiar.

[Después de Todo, La Buena Vida]

Esto sigue de aquí y de aquí:

15A, miércoles, Toledo – Declaraciones de Page en Cuatro. Primero cargó contra la comunidad educativa, después contra los sanitarios y ahora le toca el turno a las residencias de mayores: «el problema no son las residencias. En la residencias no están las personas válidas que pueden bailar o que cantan por la noche. En las residencias está la gente que está muy malita, la gente que tiene 80 y 90 años, gente que en condiciones normales una gripe la hubiera hecho fallecer».

16A, jueves, RTVE – El programa educativo «Aprendemos en casa» incluye un vídeo que utiliza algunas declaraciones de Rajoy como ejemplo de «incoherencia lingüística». Horas después el ministerio de Educación publica que se trata de un «error involuntario» y pide disculpas. RTVE cesa al responsable del programa educativo. Incluso trabajadores respetados de la casa como Carlos Franganillo lo definen: «esto no tiene un pase, lamentable».

16A, jueves, Moncloa – Se anuncia la aprobación de la «renta vital mínima», caballo de batalla de Unidas Podemos. La situación de muchas familias es preocupante, y la expectativa de futuro negra. El PSOE publica que «supondrá un aumento de deuda pública y financiaremos en mercados de deuda». Poco después Bruselas corrige el déficit público español de 2019, cuando no había coronavirus, y lo eleva en 2.350 millones de euros, hasta el 2,82%.

17A, viernes, Madrid – Rita Maestre muestra un apoyo incondicional a Martínez-Almeida en el pleno municipal, apoyo que se hace viral: «partimos de la confianza sincera en que queréis acabar con la crisis cuanto antes y el alcalde está comprometido con reducir el dolor de la pandemia en su ciudad, y esa es una confianza sincera que tenemos los 19 concejales de Más Madrid, y por eso nuestro apoyo a las medidas que vayáis tomando será total».

17A, viernes, Madrid – El Ministerio de Sanidad ordena la retirada de las mascarillas Garry Galaxy FFP2 (bolsa verde) dado que se comprueba que su filtro dura 3 minutos. Se descubre el fallo por la denuncia de un sanitario en un hospital catalán, lo que obligó a comprobar su validez. El ministerio sin embargo publica que «han sido analizadas a petición nuestra» porque, al fin y al cabo, quién se va a preocupar de desmentirlo.

18A, sábado, Moncloa – Comparece Pedro Sánchez: cero autocrítica, nivel de soberbia inmutable. Abandono en las respuestas a las preguntas de los periodistas porque las evade todas. El hashtag «SanchezVeteYa» se convierte en trending topic a nivel mundial. Al día siguiente «IglesiasVeteYa» también alcanza popularidad en todo el globo.

19A, domingo, Moncloa – El general jefe del Estado Mayor de la Guardia Civil, José Manuel Santiago, dice en rueda de prensa que la Guardia Civil «está trabajando en minimizar el clima contrario a la gestión de crisis por parte del Gobierno». Así, sin pan ni nada. Por la tarde sale Marlaska a decir que ha sido «un lapsus». No cuela. Días después el Gobierno decide retirar de las ruedas de prensa a los representantes de las FCSE.

20A, lunes, Cuenca – Publicamos un artículo de opinión: «Construyendo la lealtad en tiempos de pandemia». Qué obligación de información y comunicación debe rendir el Gobierno si aspira a reclamar unidad y lealtad a la oposición.

20A, lunes, Madrid – La Cadena Ser publica que el 15 de abril se envió un mail a diferentes comandancias de la Guardia Civil para identificar noticias falsas «susceptibles de provocar estrés social y desafección a instituciones del Gobierno». Se supone que la Unidad de Coordinación de Ciberseguridad entiende «desinformación» como «el conjunto de publicaciones en internet de noticias falsas, medias verdades o información altamente subjetiva presentada como objetiva, con una finalidad desestabilizadora, de polarización de la opinión pública en asuntos de interés general, o de estrés social, quebrando la confianza en los poderes y representantes públicos». Así pues parece que el Gobierno quiere dibujar lo que es una «media verdad» y un comentario «subjetivo».

21A, martes, RTVE – Entrevista a Isabel Celaá, ministra de educación, en Los Desayunos de TVE: «no podemos aceptar que haya mensajes negativos, mensajes falsos en definitiva». ¿Es necesariamente un mensaje negativo acerca de la gestión de la pandemia un mensaje falso?

21A, martes, Moncloa – En la rueda de prensa del día se anuncia que a partir del 26 de abril los niños podrán salir de casa. Pero no a dar un paseo o la vuelta a la manzana, sino a acompañar a un adulto en lo que tiene permitido: ir a comprar, al banco, a la farmacia. Damos por hecho que rectificarán antes de que entre en vigor pero la duda es evidente: si en un asunto tan sencillo y acotado dan también tantos palos de ciego, ¿podremos confiar el liderazgo en este equipo?

21A, martes, Villaescusa de Haro – Recibimos una bolsa con material sanitario y una pegatina con los tres logos: Diputación de Cuenca, Junta de Comunidades y Subdelegación del Gobierno. Un puñado de mascarillas, un bote de gel, dos sobres de guantes, cinco batas desechables y unas viseras caseras. Migajas después de semanas sin noticias de la administración. ¿Y quién lo ha pagado? Indagaremos pero sospechamos que la Diputación para tapar la incapacidad económica y operativa de las dos principales responsables. Grupos socialistas de diversos municipios presumen de la colaboración institucional para «apuntarse el tanto». No sé qué gol se celebra con un puñado de mascarillas.

22A, miércoles, Madrid – Isa Serra, diputada autonómica de Unidas Podemos, es condenada a 19 meses de cárcel, multa e inhabilitación. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) la condena por los delitos de atentado, lesiones leves y daños. La líder de Podemos fue acusada de estos delitos mientras participaba en la protesta por un desahucio en el centro de Madrid en 2014. Raudos Echenique, Yolanda Díaz e Iglesias a defender a la condenada y a poner en entredicho a la justicia. El CGPJ publica un comunicado insistiendo en la independencia judicial y rigor, comunicado tildado por Iglesias como «ilegítimo». Mientras, Sánchez calla, agacha la cabeza y asiente.

22A, miércoles, Congreso – Sesión de control incómoda para Sánchez, incluso Rufián le dice que su abstención es más un «no» que una abstención como toque de atención. El Gobierno sigue sin decretar luto oficial por soberbia. Se aprueba la ampliación del estado de alarma otras dos semanas, hasta el 9 de mayo.

22A, miércoles, Toledo – Se publica un estudio del Consejo General de Enfermería con conclusiones contundentes: España es el país del mundo con mayor número de contagiados y Castilla-La Mancha la autonomía con mayor número de positivos de sanitarios entre las comunidades autónomas.

23A, jueves, Villaescusa de Haro – Recibimos un pedido con 250 mascarillas quirúrgicas. Ayer miércoles se publicó el RD 15/2020 que indica la exención del IVA para adquisición de material sanitario por parte de entidades de derecho público. Hoy se publican en el BOE los precios máximos para algunos productos: mascarillas quirúrgicas 0,96 €/ud y un litro de hidrogel 15 €. Indignación de los farmacéuticos que tendrán que vender por debajo del precio de coste el stock disponible (paradoja ilegal) mientras imploran que el mercado se regule con el paso de los días.

24A, viernes, Washington – Donald Trump propone inyectar desinfectante y exponer a la luz solar a los contagiados por coronavirus. En pocas horas se producen decenas de consultas e intoxicaciones por ingesta de lejía y otros desinfectantes en Nueva York.

25A, sábado, Pyongyang – Crecen los rumores sobre el fallecimiento de Kim Jong-un, el excéntrico dictador norcoreano, aunque no hay confirmación oficial.

25A, sábado, Moncloa – Nueva comparecencia semanal de Pedro Sánchez. La referencia a los Pactos de la Moncloa desaparece del discurso e informa que desde el siguiente fin de semana, 2 de mayo, se permitirá hacer deporte individual y salir a pasear con los compañeros de convivencia si la progresión positiva se mantiene. Seis semanas después lo sigo escuchando entre escéptico y hastiado con un toque de masoquismo de fin de semana. Más de 23 mil muertos.