¿Por qué sueñas lo que sueñas?

Sueñas, sweet dreams,
ansías y deseas.
Martin Luther King: I have a dream.
Dinero, por ejemplo. El sueño de Amancio Ortega:
a mi madre no le volverán a decir en la tienda de ultramarinos que no le fían más.
Un hombre, varias ilusiones:
dinero, ser el más rápido, ser el mejor, dinero,
saber más, tiempo
(¿para qué tiempo?),
ver el mundo, empaparse de culturas,
emborracharse tranquilo,
ir al fútbol y que gane tu equipo.
En Léolo: porque sueño yo no lo estoy.
Rodar la peli de éxito, lograr el cómic perfecto,
que tus hijos sean más listos, más altos, más fuertes,
tener el poder.
Everybody has a dream (Billy Joel).

¿Y por qué tus sueños van a ser mejores que los del otro?
¿Y por qué no quieres lo mismo que el prójimo?
¿Y por qué no me atraen tus ambiciones?
¿Y por qué sueñas lo que sueñas?

Globalización inversa

¿Qué es la globalización para mí? ¿Qué hace por mí? Gracias a las avanzadas infraestructuras de telecomunicaciones puedo estar en todo el mundo de forma simultánea. Aunque parezca ciencia-ficción, puedo pasear esta soleada mañana de sábado por París gracias a Google Street View. Sería capaz de estar en poco tiempo tomando café en New York, aunque ahora ya no haya vuelos en Concorde.

Conozco el modo de vida de tribus aborígenes australianas, indígenas del Amazonas, ejecutivos de Hong Kong, niños de las favelas de Río de Janeiro, Kobe Bryant o médicos nórdicos. No hay fronteras y el mundo se hace pequeño. Los negocios son globales, el dinero de hipotecas subprime firmadas en Estados Unidos influye en el patrimonio de mi primo. Conozco a gente de cualquier rincón del planeta, y puedo estar en contacto con ellos a cualquier hora. Algunos aprovechan para comprar juegos en Japón y un humilde trabajador de ojos achinados empaqueta un envío a Pedro Muñoz. El precio de un kilo de trigo en Villaescusa de Haro, Cuenca, influye en la cantidad de comida que podrá pagar un padre de familia en Calcuta, La India.

Los entramados sociales y comportamientos se exportan entre aquellos con acceso a los global mass media, y por eso veo por mi pueblo pasear a jóvenes con camisetas XXXXL de los Knicks, colgantes de oro y música made in Detroit, y por eso veo cómo hay grupos de música ingleses que despiertan fervor mundial antes de sacar su primer disco. No sé si esta sucesión de ejemplos consigue mi propósito, creo que uno puede hacerse una idea de las consecuencias de la globalización en su vida, en nuestra vida, habitantes del mundo ADSL y televisión.

Ceremonia del Pago a la Tierra

Pero hay otro mundo, y está en éste. En la imagen vemos a un Paco (equivalente al Chamán de la selva) que dirige un rito ancestral de origen inca en el cerro Huanac, Acomayo, Cuzco, Perú, en el que se hacen ofrendas a la madre tierra y a los Apus (espíritus de los antepasados que viven en los cerros) antes del inicio de una actividad vinculada a la naturaleza. En concreto, este ritual se celebra en honor del Programa Willay, que persigue acercar las telecomunicaciones a lugares remotos de Perú. Parece una paradoja que este señor andino, aislado y desconocedor del mundo más allá de su pequeño ámbito de influencia, rece para que las generaciones venideras se comuniquen a través de mensajería instantánea con sus OLPC.

Niños peruanos con OLPC

¿Cuánto cambiará la perspectiva del mundo de los pequeños peruanos con este tipo de avances? ¿Qué sentirán al leer en la Red noticias que hablan de miles de millones de dólares cuando ellos sólo se preocupan de comer? ¿Qué es la globalización para ellos, ahora y después?

El almuerzo desnudo

El almuerzo desnudo es una controvertida novela del extravagante William Burroughs en la que, desde un prisma surrealista y brutal, se narra el descenso al infierno de los drogadictos. El libro es realmente impactante y terriblemente despiadado. Esta tarde, barriendo los rincones del ordenador, me he encontrado con algunas citas que copié cuando lo leí hace años… Ahí las dejo:

  • La droga es el producto ideal, la mercancía definitiva. No hace falta literatura para vender. El cliente se arrastrará por una alcantarilla para suplicar que le vendan. El comerciante de droga no vende su producto al consumidor, vende el consumidor a su producto. No mejora ni simplifica su mercancía. Degrada y simplifica al cliente. Paga a sus empleados en droga.

  • Si venía a visitarme algún amigo –y rara vez venían, puesto que quedaba poco que visitar de mí- seguía allí sentado sin importarme que hubiese entrado en mi campo visual –una pantalla gris cada vez más confusa y más débil-, ni cuándo fuese a salir de él.

  • Willy está ciego de pincharse en el globo del ojo, tiene la nariz y el paladar comidos de esnifar caballo, su cuerpo es una masa de cicatrices, de tejido duro y seco como madera.

  • La coca es un deseo puramente cerebral, una necesidad sin sensación, sin cuerpo, una necesidad de fantasma terrenal, ectoplasma rancio barrido por un viejo yonqui que tose y escupe en las mañanas enfermas.

  • Yo también había hecho alguna estupidez aquí o allá. ¿Quién no? Aquella vez, por ejemplo, que el anestesista y yo nos bebimos todo el éter y el paciente se despertó y me acusaron de cortar la cocaína con detergente.

Es curioso que uno de los drogadictos más grandes de la historia haya escrito uno de los más sonoros alegatos en contra de esas sustancias. Leyendo el libro se le quitan a uno las ganas de meterse.

¿Qué es Kye?

Kye es un chico de seis años. Es de Nottingham y es buena persona, como no podría ser de otra manera… Henry y Mackenzie son sus amigos y con ellos juega al fútbol en el recreo, con más ímpetu que exquisitez. Le gusta llevar el pelo rapado, porque sabe que la comodidad es relevante, y no le importa dibujar espirales de colores con las tizas de colores en los pantalones sin colores de su profe. Quiere que su profe esté alegre por habitar un mundo coloreado alejado de ese otro tan gris de libras, lluvias y relojes. Kye tiene un apellido rotundo, como corresponde a su personalidad, e internacional. Esta noche, aunque él no lo sepa, ha encontrado un padrino que le abrigará las pesadillas y brindará por sus éxitos.

P.S. Gracias, Alice, por encontrar un Kye en el mundo. Y yo que pensaba que Kye era un palabro irreal por ilegible del que tenía la patente y que sólo podría haber sido un vocablo de un dialecto del swahili…

Gin and Tonic

Enga, por una vez vamos a ser sinceros. Una persona se conoce por su actuación en diversos ámbitos. Por ejemplo, eltercero sabe que una persona es lo que come, y entonces una persona es lo que saca de su cesta del Mercadona mientras esperas en la cola. Una vez vi que una chica llevaba en la cesta 5 kilos de comida para perros y una garrafa de 5 litros de agua (sic). No supe qué pensar de ella. Lo normal es ver a hombres de 30-35 años que a las 14:15 compran una bolsa de empanadillas congeladas, un bote de fabada, una barra de pan y un pack de cervezas. Hoy una mujer llevaba 40 euros en productos de limpieza; creo que si sumo toda la limpieza de mi vida no sumaría tanto dinero. Ayer un abuelete llevaba una barra de pan, un paquete de magdalenas y fregasuelos Bosque Verde; seguro que no estaba viudo, no habría caído en comprar fregasuelos. Las chicas compran casei inmunitas, protege-slips (eins) y latas de tomate triturado. Algunas veces coliflor.

Otra forma de conocer a las personas consiste en ver la estantería de su habitación, pero es demasiado sencillo.

Y una última manera consiste en ver la mesita de su piso un sábado noche. Ahora, aquí, hay un ordenador, éste, un vaso con hielos, una botella de ginebra, una bolsa de «picos», una lata de Nordic semi-vacía y el mando de la tele. Supongo que ya tenéis motivos para pensar mal.

Jane

Jane

Como me sigas mirando así la violación estará justificada y no creo que ningún juez en su sano juicio ose castigar semejante gozo, tal explosión de belleza dinamitada. Y si no lo hago, guapa, es porque veo tus ojos y prefiero quererte a que me odies. Elijo reprimir mis instintos, tan naturales, mis deseos, tan bienintencionados, mis ansias, tan incontenibles. Elijo, por descarte, sufrir bajo el apuntalamiento de tus ojos en mis miedos. Y no me queda más remedio que pensarte bajo las alfombras de mis ilusiones y mis sueños. Que esos ojos que hoy me miran, parpadeen. Un signo de complicidad que sirva como excusa para acercarme más a la órbita bigravitacional de esos ojos capaces de entumecer mis aspiraciones. Y si no parpadea, si no guiña, si no sonríe, que cierre esos ojos para siempre y deje de molestarme, joder.

Una promesa no alimenta

Hambre

En el año 2000, 189 Jefes de Estado y de Gobierno aprobaron la Declaración del Milenio, un compromiso inaudito que tenía como objetivo principal erradicar la pobreza en el mundo con la convicción de que es posible hacerlo (es conocido el lema «somos la primera generación capaz de erradicar la pobreza«). En la Declaración del Milenio se enumeran ocho objetivos a cumplir antes del 2015 y que constituyen los principales frentes de batalla: educación, mujer, salud, sostenibilidad, … A estos ocho objetivos se les conoce con el nombre de Objetivos de Desarrollo del Milenio. En este documento se describen brevemente los ocho objetivos, para los cuales se fijan veinte metas concretas a lograr (por ejemplo, «asegurar que para el 2015 los niños y niñas de todo el mundo puedan terminar un ciclo completo de enseñanza primaria«) y para las que se definen alrededor de 60 indicadores.

En el 2008 se volvieron a reunir los mandatarios mundiales en Nueva York para revisar la evolución de los Objetivos planteados cuando se ha cumplido la mitad del camino y se redactó el interesantísimo nuevo informe de la situación de consecución actual de los objetivos. Merece la pena echarle un vistazo para ser consciente de la situación mundial actual ahora que tanto resuenan en periódicos y telediarios batacazos en bolsa y quiebras de bancos billonarios. Hay otro mundo y está en este…

Como es de suponer, la cumbre de Nueva York de finales de septiembre resultó decepcionante porque los Objetivos parecen hacerse muy grandes a estas alturas. Es por ello que este año la Semana contra la Pobreza, que se celebra del 13 al 19 de Octubre, cobra una mayor relevancia.

Bajo el lema «Una promesa no alimenta, una promesa no es nada«, Pobreza Cero ha preparado una semana cargada de eventos para protestar ante la pasividad mundial. En esta página se pueden observar las actividades que se celebrarán en cada ciudad de España, por si os interesa colaborar desde la consciencia de que «es posible», tal y como afirma Ban Ki-Moon (Secretario General de las Naciones Unidas) en el informe previamente citado.

Gastad el dinero

Bolsas en caída libre

Los bancos estuvieron jugando con vuestros ahorritos como en el patio del colegio se intercambiaban cromos y ahora resulta que nadie quiere cambiar cromos a la hora del recreo y entonces lo que hacen es ir al profe y a papi para que les compren más en el quiosco.

Vorágines de ambición desmesurada mueven, temerosas, los hilos de los que pendemos…