Tú a Hollywood y yo a Moratilla

Sécolectivoforzoso es el nombre de una agrupación artística multidisciplinar sin ánimo de lucro formada en Madrid en 2007 y dedicada al arte contemporáneo y a la gestión de proyectos culturales. Los integrantes de la asociación son jóvenes que confluyeron en un Máster durante el último curso académico con grandes inquietudes culturales y con unas desmesuradas ganas de reírse de los convencionalismos y la pretendida seriedad del arte.

Sécolectivoforzoso organiza durante los días 24 a 27 de julio un encuentro cultural en Moratilla de los Meleros para celebrar su hermanamiento con el municipio de Hollywood, en California. Moratilla de los Meleros es un pequeño pueblo de Guadalajara de casi 100 habitantes que será invadido por jóvenes artistas, actividades culturales, teatrales, y musicales, cines de verano y coloquios en una actividad que se ha dado en llamar Tú a Hollywood y yo a Moratilla.

Todo aquel interesado en asistir puede contactar con la organización a través de e-mail o informarse acerca del programa en su blog o su myspace. El encuentro cultural es gratis y, además, se ofrecerá una zona de acampada, también gratis, para todos aquellos que se animen a asistir.

La Mala Zorra

Ediciones de La Discreta presenta la nueva novela de Félix Dativo Donate La Mala Zorra, novela de aventuras que recrea una historia de corsarios protagonizada por la galeota homónima. La historia se introduce a sí misma a partir del Mar Mediterráneo:

La vieja galeota conocía de sobras el mar que su proa hendía con leves cabeceos, y sabía que no era de fiar. El Mediterráneo es al fin el padre del corso y de los piratas, más artero, vicioso y astuto que todos ellos: sabe embaucar con la mentira de sus distancias, la codicia de sus costas y el cebo de su belleza tranquila, abierta y salada.

En palabras de su autor -escritor y editor aparte de profesor de Lengua y Literatura en bachillerato- se trata de una novela perfecta para la playa y la piscina que trata de corsarios mediterráneos y cuyo propósito principal es el entretenimiento. Sin embargo, en este homenaje al eterno John Ford habrá algo más que eso para el lector curioso.

La novela se presenta este viernes 11 de julio a las 20:00 en la Escuela de Arte Dramático del Ayuntamiento de Madrid y se acompañará de la representación de la obra teatral El llanto del pirata discreto.

PS. Una galeota era un barco algo más pequeño que la galera y mayor que el bergantín y la fragata mediterránea.

PS.PS. La primera novela de Dativo Donate tiene el sugerente título de Nuestra Señora del Ciberespacio y otras historias inminentes, pero no puedo confesar que todavía no la he leído por si me cae algún capón del autor…

Fallo del Concurso de Relatos de eltercero

Hace tiempo, eltercero organizó un certamen de micro-relatos para conmemorar el tercer aniversario de su blog, como ya avisamos por aquí. Al final, gracias a los sobornos psicológicos a los que sometí al jurado, conseguí ganar uno de los premios con el siguiente relato:

Habían sido tres años difíciles, pero no le preocupó el tiempo de sufrimiento cuando vislumbró cerca el final del sacrificio; como el alpinista que, tras días de esforzada ascensión a una cumbre, goza de la perspectiva de la cima olvidando los malos momentos de escalada. Los tres años de duro entrenamiento en el Centro de Alto Rendimiento de Madrid debían madurar y dar como fruto la ansiada medalla olímpica con la que soñaba desde su ingreso en la Residencia Joaquín Blume en septiembre del año 2005, precisamente el mismo mes de su nacionalización como español. Nacido en La Habana, vino a España con la intención de disponer de los medios idóneos para alcanzar su objetivo de lograr la medalla de oro en los Juegos Olímpicos. Las marcas conseguidas habían sido buenas; consiguió la mínima olímpica en el campeonato de España con un registro récord y en el Mitin de Lisboa se supero a sí mismo logrando una de las mejores marcas mundiales del año. Sabía que sus rivales ya lo tenían en cuenta; no es que lo temiesen, todavía era una joven promesa, pero lo seguían de cerca porque su progresión estaba siendo óptima.

Llegó el momento de la verdad. El Estadio Nacional de Pekín estaba casi lleno. Las rondas clasificatorias habían sido muy complicadas pero, con la pizca de suerte que regala el sacrificio, logró alcanzar la deseada final. Se agachó, colocó las manos sobre la línea blanca de la pista, dio una coz al aire con cada pierna, clavó con energía las zapatillas sobre los tacos de salida, respiró profundamente mientras acomodaba milimétricamente el pulgar y el índice de cada mano detrás de la línea de salida. Inspiración. Expiración. Liberó su mente de pensamientos, para que fuese más ligera. Inspiración. Expiración. Se concentró en liberar su mente también de conocimientos; a esa altura de la competición de nada servían las estrategias, las clases para mejorar la técnica de la zancada o el análisis minucioso de los competidores. Inspiración. Expiración. Se abstrajo del mundo sensorial, no oía el rugido del público en el “nido del pájaro” pekinés, no sentía frío ni calor, esperaba la percepción del disparo de salida en mitad del vacío sensorial. Inspiración. Expiración. Se concentró en desterrar los pesados sentimientos para los trascendentales diez segundos siguientes. Inspiración. Expiración.

On your marks!
Get set!
Ready!
Go!

El juez de salida era cubano, afín al régimen, y había conseguido introducir en el estadio una pistola no oficial cuyo disparo no descargaba una pequeña carga de pólvora de fogueo sino una mortal bala de ocho milímetros.

la otra senda del perdedor

Luis Enrique ensangrentado

perdedor
de la punta de los pies que no marcan goles
a las narices que te parten en los remates

perdedor
que ilusionas con esperanzas encendidas
para descalabrarte en la esencia de los torneos

perdedor
de alma, cuerpo, corazón y narices
de partidos, juegos y desacuerdos

perdedor
con el que tropiezan las injusticias
de una vida arada para eternos victoriosos

perdedor
en inexplicables fracasos perennes
que dejan sabor a deja-vú revividos

perdedor
sigue luchando para torcer los finales
creyendo en evoluciones esperadas

o resígnate a aceptar tu destino
y que la impotencia no engañe tus intenciones
otra vez

PS. Domingo 22 Junio 2008 20:45 España Italia.

Para el verano

Me casé con una sirena
esbelta como una dorada
¡ay de mí, cómo ha cambiado
ahora es medio ballena!

Si uno de estos días, antes de que el calor comience a derretir nuestras conexiones neuronales, entráis en una librería para comprar un libro de verano, uno de esos que queréis que os entretenga y divierta, os recomiendo una novela hilarante llamada ¡Tierra! y escrita por Stefano Benni. La edita Anagrama y la cubierta es de color rosa intenso, así que llama mucho la atención. Es divertidísima y tiene un agudo sentido del humor que recubre la sátira política y la fábula moral. El ritmo de la novela es frenético y el trasfondo irónico hacia cada uno de los pilares sociales es de «me río por no llorar».

Como muestra, un botón: algunos presos son condenados a muerte por cocacoliminación, que consiste en morir deshecho por la incesante caída gota a gota de Coca-Cola sobre la cabeza…

PS. Absténganse si dudan de su sentido del humor…

la senda del perdedor

Charles Bukowski

Charles Bukowski junto a su querida máquina de escribir.

Yo no tenía ningún interés. No tenía interés en nada. No tenía ni idea de cómo lograría escaparme. Al menos los demás tenían algún aliciente en la vida. Parecía que comprendían algo que a mí se me escapaba. Quizás yo estaba capidisminuido. Era posible. A menudo me sentía inferior. Tan sólo quería apartarme de la gente. Pero no había sitio donde ir. ¿Suicidio? Jesucristo, tan solo más trabajo. Deseaba dormir cinco años, pero no me dejarían.

Ese es Henry Chinaski, alter ego del poeta maldito norteamericano Charles Bukowski y protagonista de la novela La senda del perdedor, que narra la infancia y juventud del desubicado Chinaski en Los Ángeles durante la época de la Depresión y la Segunda Guerra Mundial. La novela es certera y descarnada, tremendamente transparente y sin visos de exageración, natural:

Mi madre tenía un agujero y mi padre tenía una picha que echaba jugo. ¿Cómo podían tener cosas como esas y andar por ahí como si todo fuera normal, hablando de las cosas, y haciendo eso sin contárselo a nadie? Me dieron verdaderas ganas de vomitar al pensar que yo había salido del jugo de mi padre.

Henry/Charles ahonda en su infancia dándonos a conocer los motivos que lo llevan a convertirse en un inadaptado social: un padre maltratador que cada día simula ir puntual a trabajar para que sus vecinos no sepan que está en paro, una madre atemorizada («esta gente no son mis padres, me han debido adoptar y no les gusta cómo he salido»), compañeros de colegio que lo tratan como si fuese basura, pobreza, educación de baja calidad, ambiente hostil.

La senda del perdedor constituye un auténtico manual del fracaso social; Chinaski/Bukowski siente que “no es posible vivir en ningún lado, ni en esta ciudad, ni en este sitio, ni es esta jodida existencia es posible la vida”, se dice a sí mismo que “dios te ha abandonado”. El libro deja ver claramente la posición vital de Bukowski, ajeno a una sociedad de reprimidas y controladas marionetas, como si él estuviese al margen de la civilización. En esa huida hacia la soledad, la apatía como actitud existencial, se refugia en la bebida («mis padres habían pagado mis libros y yo los había vendido para bebérmelos») y la literatura: «las palabras no eran abstrusas sino cosas que hacían vibrar tu mente. Si las leías y permitías que su hechizo te embargara, podías vivir sin dolor, con esperanza, sin importarte lo que pudiera sucederte». Disfruta terriblemente leyendo todos los libros de la biblioteca municipal pero, sin embargo, no encuentra las respuestas a sus preguntas:

Sabía que yo era feo, pero pensé que si aparentaba ser lo suficientemente inteligente tendría alguna oportunidad. Nunca funcionó. Las chicas sólo tomaban notas en sus cuadernos y luego se levantaban y salían mientras yo observaba cómo sus cuerpos se movían mágica y rítmicamente bajo sus limpios vestidos. ¿Qué habría hecho Maximo Gorki bajo esas circunstancias?

La literatura no respondió y Bukowski siguió siendo virgen unos años más…

te enseñaron a rodar

vías hacia Auswitchz

te enseñaron a rodar sobre las vías
a seguir sin pensar
interminables rectas
aceradas
a soportar el peso de los vagones
hipócritas de primera clase
en primera clase
carbón en la sala de máquinas
suciedad acumulada en los raíles
hierbajos entre las vías
y
flores primaverales
de turgentes frutos
y lechosos tallos vírgenes
out of your road trip

te mostraron la senda
arbeit macht frei
estación de origen y destino
a rodar sobre los raíles
ten cuidado
con acabar al final
bajo las ruedas

PS. Photo by Robertoeee, amigo, en el campo de concentración de Auswitchz.