Una molesta sensación: San Jerónimo

San Jerónimo pensando

Le daba vueltas y más vueltas, había algo que no encajaba. Por más que se estrujase los sesos, no era capaz de asimilarlo. Un pensamiento incómodo, una china en la sandalia. Él, que había conseguido hacer algo inaudito, traducir la Biblia del hebreo al latín. Él, que había cambiado el rumbo de la Historia expandiendo la Buena Nueva. Él, que había acercado la Palabra de Dios al pueblo llano, no era capaz de comprender todavía el por qué. Había pasado mucho tiempo reflexionando acerca de la muerte, y del Dios que lo esperaría en el más allá. Sabía de sobras que tras las calaveras que lo hacían consciente de su fugacidad lo estaría esperando Dios, pero eso no lo reconfortaba. Podría enfrentarse montones de veces contra todo aquel que no compartiese sus ideas porque era un recio defensor de sus opiniones y le importaba poco que el contrincante fuese un clérigo o un hereje; en cualquier caso nadie movería los cimientos que sustentaban sus creencias, y por ende su modo de vida. Era un hombre de ideas claras, incomprendido a veces pero enérgico siempre, envidiado por unos pero respetado por todos. Se miraba en el espejo de su Biblia traducida y conseguía ver reflejadas las respuestas a los grandes interrogantes de una vida de lectura y escritura. Pero a pesar de todo, muy a pesar de todo, había algo que se escapaba a su entendimiento. Aunque hubiese aprendido de memoria los textos desde Aristóteles hasta Virgilio y desde Homero hasta Cicerón, siempre tendría una molesta sensación de incompletitud.

3 opiniones en “Una molesta sensación: San Jerónimo”

  1. como ian curtis, envidiado por algunos, admirado (hoy en día) por todos. Cambia el rumbo de la historia (musical) crea post-punk, la música moderna. Incansable en su creación, dejando un legado de incalculable valor, tanto para sus compañeros de oficio, como para el espectador masivo. lo que no se es lo que buscaría… :O

  2. A pesar de todo, insatisfechos. San Jerónimo sólo es uno más, creo. Jo, y es que la cosa no es tanto que siempre sintamos que nos falta algo, lo peor de todo es que, en la mayoría de los casos, no sabemos qué coño es eso que creemos nos falta.

    Ais, qué de misterios…

    Un saludo!!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *