Cerdeña, paraíso mediterráneo, es la segunda isla más grande y poblada del Mare Nostrum, en ambos parámetros solo por detrás de Sicilia. Su forma se podría simplificar como un rectángulo de 240 Km. de alto y 100 Km. de ancho, con una superficie total poco mayor que la provincia de Badajoz. Y sin embargo, qué cantidad de esencias contiene y qué multitud de elementos atractivos ofrece.
Cerdeña es una isla de contrastes. Quién haya estado en Orgosolo y en Porto Cervo sabe de lo que hablo.
Orgosolo es un pueblo áspero colgado de la ladera de una montaña y ubicado en el interior de la isla. Orgosolo tiene fachadas de bloques grisáceos sin terminar, vecinos de ceño fruncido, aceras descuidadas y trato distante. No en vano, se encuentra en la zona denominada Barbagia, que viene de Bárbaro, por la imposibilidad que encontraban diferentes conquistadores de la isla para reducir a la población de esta agreste región sarda, tanto por las dificultades orográficas como por la capacidad de lucha de sus gentes. En concreto, Orgosolo se convirtió en un referente de resistencia pacífica y obstinada contra la ocupación militar en la lucha de Pratobello. En Orgosolo gustan más de pelear que de sonreír.
La antítesis está a unos 150 Km. y se llama Porto Cervo, capital de la Costa Esmeralda, símbolo de riqueza y ostentación, destino vacacional de Berlusconi y de eso que se llama «jet set». En Porto Cervo se respira poderío económico, calles pulcras, jardines milimétricamente cuidados y coloridos, un puerto plagado de yates indescriptibles anexos a un concesionario de Rolls Royce. No hay apenas coches en las calles porque todos tienen garaje, y tampoco hay sitio donde aparcar, al menos sin pagar. Aunque no lo comprobé, dicen que para pagar una botella de agua o un espresso necesitas un billete. Y por si fuese poco el agua del mar brilla cristalina, limpia y de color, eso, esmeralda.
En Cerdeña se percibe un gran contraste entre la calidad de vida del acaudalado norte, gracias al aséptico turismo pudiente, y el empobrecido sur, afable y sosegado. También se descubre un gran contraste entre las paradisiacas playas costeras y el agreste interior, de monte virgen y paisajes cambiantes. Atravesar el interior de Cerdeña requiere trayectos lentos por carreteras secundarias entre montañas abruptas y curvas sinuosas.
No obstante, el mayor atractivo turístico de Cerdeña son las maravillosas playas que bañan su costa por todo su perímetro. Sin poder valorar todas, a continuación describimos algunas fundamentales, cada una por un motivo diferente:
Golfo del Orosei (Cala Gonone, Este)
No es una playa, sino un golfo con varios kilómetros de costa en el Parque Nacional del Golfo del Orosei desde el pueblo de Cala Gonone hasta el Capo Monte Santo. En esta costa conviven algunas de las calas más impresionantes del mundo, de aguas cristalinas, rocosas y protegidas por acantilados y la característica elevación de la isla; no en vano algunas de las calas solo son accesibles a través del mar. Las más conocidas son Cala Goloritze, Cala Luna y Cala Mariolu, ejemplos de naturaleza virgen y aguas tranquilas. Si tuviese que estar solo un día en Cerdeña lo invertiría en esta región.
Playa La Pelosa (Stintino, Noroeste)
La Pelosa es posiblemente la playa más conocida y valorada de la isla, ubicada en la punta noroeste y enfrentada al Parque Nacional de Asinara. Y claro, al ser tan conocida, está repleta de bañistas y de vendedores de toallas. Lo merece por sus aguas transparentes y calmadas, su limpieza y su poca profundidad en muchos metros de costa. La Torre de la Pelosa le da también un punto de colorido al paisaje.
Cala Li Cossi (Costa Paradiso, Norte)
Una cala que se encuentra en un municipio denominado Costa Paradiso tiene que ser atractiva ya de por sí. El romanticismo de esta pequeña cala encerrada entre montes radica en el paseo a pie de alrededor de 1 Km. que hay que recorrer para alcanzarla a través de un sendero bien señalizado y con unas vistas inolvidables. Esta playa es cómoda, tranquila y apropiada para el snorkel por la variedad de peces que contienen sus aguas.
Playa Is Aruttas (Oristano, Oeste)
Is Aruttas es también una de las playas más conocidas de Cerdeña, posiblemente por encontrarse en uno de los municipios más grandes de la isla, Oristano. La playa está formada por pequeñas piedrecitas de cuarzo blanco que le dan un color característico que resplandece sobremanera en el atardecer. Tiene todos los servicios, incluso duchas de agua dulce, y se alcanza en coche a través de una pista de tierra.
Playa Le Dune di Piscinas (Arbus, Suroeste)
Para llegar a Piscinas hay que atravesar la escarpada Costa Verde sarda, impagable paisaje de montañas de denso arbolado, y solo por eso ya merece la pena. Además, unos kilómetros antes de llegar se atraviesa una zona minera abandonada vecina a Ingurtosu fotogénica y reflexiva. Y a medida que te aproximas a la playa, la vegetación se va confundiendo con altas dunas de arena, de donde recibe su nombre la playa, de las piscinas que se forman de agua estancada entre las dunas. La playa es ancha y larga y de arena finísima y llama la atención que haya tanta gente en un lugar tan poco accesible. Por algo será.
Cala Brandinchi (San Teodoro, Este)
Cala Brandinchi y Lu Impostu son dos playas gemelas ubicadas en el municipio de San Teodoro, de fácil acceso y señalizadas, pero con parking de pago común, eso sí. Cala Brandinchi dicen que es la «pequeña Tahití» por sus aguas cristalinas y salvaje vegetación colindante, además de por su ancha franja de agua en la que «se hace pie». Por la zona en la que se encuentra, tiene mucha vida.
Playa Capriccioli (Arzachena, Noreste)
Esta playa se encuentra en el corazón de la archiconocida Costa Esmeralda, vecina a Porto Cervo y Olbia, y también tiene parking de pago. Resulta redundante decir que el color de sus aguas es hiptonizante. Dada la zona residencial pudiente en la que se ubica, se respira ambiente de riqueza y ostentación y se divisan los cuerpos bien bronceados. Desde la orilla se pueden ver los veleros y yates pasear por el mar y soñar con una vida así.
Hay muchas más, es difícil equivocarse de playa en Cerdeña, aunque todas las enumeradas son representativas y atractivas. Qué pena que ahora solo quede mirar las fotos y no disfrutarlas en vivo.
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