Cuando aprendieron a no medir

Finales de marzo de 2006, Estrasburgo. Mientras los universitarios franceses se rebelaban en las aulas universitarias y convocaban manifestaciones a lo largo y ancho de la república, algunos jóvenes preferían mirar a otro lado, a ese lado que no es ningún lado. Y se quisieron con inocencia, con sentimientos rubios de ojos claros, de miradas límpias. No contaban los besos que les cabían. No medían la fuerza de sus abrazos. Sus retinas, transparentes, obviaban la visión periférica y olvidaban calcular distancias. Las sillas y mesas amontonadas taponaban el acceso a los pasillos de la facultad.

Cuántas veces he visto esta foto que entonces tomé, voyeur, y me he preguntado por el destino de esos chicos. Inevitables evoluciones que desembocan en enigmáticos mares, salados, revueltos, poderosos, sosegados. Sospecho que ya no andan por esos bancos junto al río Ill. Quizá ella se fue de la ciudad para estudiar en París y no volvió, quizá él ahora sea politoxicómano, puede que ella sea madre del hijo de otro y se haya casado con él, quién sabe si ella tuvo un grave accidente de coche y se enamoró de la enfermera que la cuidó en su convalecencia, quizá se les acabaron los besos, puede que pretendiesen empezar a medir y no encontrasen el rasero para hacerlo. Pero en la foto, ellos miran, se miran. Se preguntan, de forma retórica, en afectado francés, what are you waiting for?

10 opiniones en “Cuando aprendieron a no medir”

  1. me viene a la cabeza el título de aquella peli «aprendiendo a amar»…y se me ocurre cambiarselo por » aprendiendo a no medir»… y aplicar esa frase a cualquier sentimiento …y colorín colorado, este cuento se ha acabado. SERAFÍN.

    quizás sigan juntos, señor kyezitri. quizás sigan juntos.;p

  2. Quizá los dos viven juntos, con con los quebraderos de cabeza de las parejas jovenes…

    o quizá él descubrió que era gay, una noche de amigos, de borrachera.. y ella se sintió tan dolida que se hizo monja..

  3. justo en ese momento, cuando los jóvenes franceses se revelaban en las aulas de la facultad y kyezitri congelaba imágenes en su cámara, otros dos españoles, ajenos a esta historia, se conocían, se hacían chupetones, y hoy por hoy son más felices que las perdices.

    Rompo mi lanza a favor de la felicidad.

    Y ella, la felicidad, también se estará preguntando, What are you, guys, waiting for?
    Y yo no sé qué responder.

    «¿crees que esperaron para hacer de sus vidas un mínimo de lo que eran capaces? Porque ahora están criando malvas» O algo así decían los poetas del club. «Carpe diem, aprovechad el momento, chicos. Haced que vuestra vida sea extraordinaria»

    Puff, me he mareado. Siempre el vértigo

  4. @miss_samsa, no confío en ellos, aunque me alegraría pensar que se hacen la comida con cariño…

    @ln, las preguntas retóricas se evaporan si nadie las escucha… lo sÉ…

    @lady, sí, comieron perdices, y de eso se trataba, de que se las comieran antes de que se enfriasen y se echasen a perder; de ahí el sentido del post: cómete las perdices y apura la salsa…

    @greenbite, muchas gracias, tío, aunque no sé si será así porque me siento muy indefenso, impotente e ignorante cuando a leo a según qué sabios escritores…

    @akasha, no la veo de monja, qué quieres que te diga ;P…

    @quincamp, sí, esos dos españoles comen perdices… al curry! a favor de la felicidad hay pocas lanzas que romper, porque es obvio. lo que no es tan obvio es qué hacemos para romper esas lanzas; no es tan fácil troncharlas con pasión, ambición y fuerza… «vida extraordinaria»… quizá no sea para tanto y sólo consista en ser, sin envidias ni odios…

  5. me he perdido cuando dices que hay pocas lanzas que romper, pero sin embargo es curioso, difícil o extraño el romperlas, no se, no se…. pero voy a probar a romper una! 😀

    traenos algo de berlín, traenos algo de berlín, porfa, porfa, porfa!!!! jejeje

  6. Ya tengo coche. Mío, quiero decir. No es mío, pero ya es mío. Ya te contaré esto. El caso es que tengo coche.
    ¿Qué haces este fin de semana?
    (meaning el que entra dentro de 5 días)

  7. Quincamp! me alegro! Ya me contarás de dónde ha salido, que a mí no se me aparecen los coches así como así… xD… por cierto, que el finde que comentas estaré en my little village, pero hay más findes en el año (como el 29-30 de noviembre o cualquiera de diciembre)… 🙂

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