22 noviembre 2024

La Diputación de Cuenca continúa apostando por la recuperación del rico patrimonio artístico de nuestra provincia. Y, de hecho, la última actuación realizada se ha llevado a cabo en la localidad de Villaescusa de Haro, donde, bajo la supervisión del Centro de Conservación y Restauración de la institución provincial, se ha acometido la restauración de un lienzo de San Pascual Bailón, datada en 1742, y una escultura de Santa Bárbara, del siglo XV, que se encontraban en la Casa Parroquial del municipio.

Precisamente, este fin de semana la ermita del Santísimo Cristo de la Expiración, antiguo convento de las Madres Justinianas, ha albergado el acto de entrega de ambas obras una vez concluida su restauración que se ha prolongado durante seis meses. Un acto al que no ha faltado el presidente de la Diputación, Benjamín Prieto, quien, acompañado del alcalde de la localidad, Cayetano Solana, ha remarcado la importancia que le otorga la institución que preside a la conservación del patrimonio, tanto mueble como inmueble.

Una apuesta, según ha recordado, con la que se pretende contribuir al desarrollo económico de nuestro territorio incrementando su atractivo turístico y creando oportunidades de creación de riqueza y empleo. Y es que, tal y como ha insistido, “cuando acometemos una restauración, no lo hacemos solamente por el mero hecho de restaurar por restaurar, sino que se hace para las personas”.

Prieto ha querido reconocer, igualmente, el esfuerzo de los vecinos de Villaescusa por preservar su patrimonio en las mejores condiciones, a la vez que les ha agradecido la excelente acogida que ha tenido esta última actuación de la Diputación, que, por cierto, se viene a unir a otras muchas en la misma línea, como, por ejemplo, la recuperación del antiguo convento de Dominicos a través del Plan de Mejora de Infraestructuras Turísticas de la Provincia de Cuenca (Plamit), que tendrá su continuidad con la reciente adjudicación de la segunda fase, así como la rehabilitación de la torre de la iglesia parroquial de San Pedro a través del último convenio con el Obispado de Cuenca.

Restauración
Los trabajos de restauración se han prolongado durante un periodo de seis meses. Y es que ambas obras, sobre todo la del lienzo de San Pascual, se encontraban bastante deterioradas, lo que ha obligado a un minucioso trabajo de recuperación y consolidación. Así, por ejemplo, el citado lienzo del siglo XVIII sufría un ataque biológico por hongos bastante importante, siendo necesario realizar una exhaustiva limpieza del soporte, un tratamiento biocida y la retirada de anteriores intervenciones incorrectas. Del mismo modo, tuvo que realizarse un nuevo estucado de las lagunas de la capa pictórica y la reintegración cromática mediante la técnica del puntino.

La escultura de Santa Bárbara, por su parte, presentaba intervenciones inadecuadas de restauraciones anteriores, que hubo que retirarlas, poniendo al descubierto profundas grietas en el soporte lígneo. En consecuencia, se acometió el tapado de las grietas, la consolidación de la película pictórica, la aplicación de un estuco adecuado a las lagunas de la policromía y la reintegración cromática a rigattino.

Obras
Del lienzo de San Pascual Bailón, indicar que se trata de una obra pintada en 1742 por encargo de Antonio de Amaya, corregidor de la villa, tal y como se puede leer en la cartela inferior.

Representa a San Pascual Bailón vestido con el hábito franciscano y, a sus pies, un sombrero y cayado de pastor, como corresponde a sus orígenes. En su mano sostiene el cáliz con la Sagrada Forma, ya que se destacó por su culto a la Eucarístía, atribuyéndosele el milagro de que cuando no podía asistir a misa un ángel se le aparecía con la forma consagrada. Además, está arrodillado sobre una nube, con una mano sobre el pecho, en éxtasis.

En cuanto a la escultura de Santa Bárbara, señalar que es una obra anónima de finales del siglo XV, atendiendo a la circunstancia de que la ermita de Villaescusa de Haro, fundada por Pedro Ramírez en 1474, está dedicada al culto de esta santa, lo que hace pensar que sus orígenes están en este templo.

En esta escultura se representa a Santa Bárbara como una doncella de gran belleza, vestida con ricos ropajes coetáneos a la fecha de realización de la obra, sostendría en su mano la palma del martirio que ha desaparecido y en la otra mano sostendría una torre, que es su atributo más característico.

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